viernes, 18 de diciembre de 2009

Un problema de algunos católicos vascos

Cuando ha surgido la crítica de una mayoría significativa de los párrocos vascos al nombramiento que el Papa ha hecho del nuevo Obispo de la Diócesis de Guipuzcoa me encontraba yo leyendo un librito extremadamente ingenioso y sabio del que entresaco este texto:

…. tu principal misión será la misma. Déjale empezar por considerar el patriotismo o el pacifismo como parte de su religión. Después déjale, bajo el influjo de un espíritu partidista, llegar a considerarlo la parte más importante. Luego, suave y gradualmente, guíale hasta la fase en la que la religión se convierte en meramente parte de la "Causa", en la que el cristianismo se valora primordialmente a causa de las excelentes razones a favor del esfuerzo bélico …. o del pacifismo que puede suministrar. …….. Una vez que hayas hecho del mundo un fin, y de la fe un medio, ya casi has vencido a tu hombre, e importa muy poco qué clase de fin mundano persiga. Con tal de que los mítines, panfletos, políticas, movimientos, causas y cruzadas le importen más que las oraciones, los sacramentos y la caridad, será nuestro; y cuanto más "religioso" (en ese sentido), más seguramente nuestro. Podría enseñarte un buen montón aquí abajo.

El librito se titula "Cartas del diablo a su sobrino" y es de un autor inglés, C. S. Lewis. Pienso que refleja bien la postura de una parte importante del clero vasco, en la que su religión ha pasado a ser un apéndice subordinado a su nacionalismo.

Este autor inglés nos ha dado la clave que permite entender una forma de vivir la religión tan opuesta a la catolicidad de la Iglesia.

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